
03 Nov 5 consejos de tu especialista en medicina estética para cuidar la piel en invierno
Sabemos que hay que cuidar nuestra piel durante todo el año, pero tu especialista en medicina estética sabe que no siempre hay que hacerlo de la misma manera. Y es que cuando llega la temporada de invierno, con su clima frío y seco, es crucial prestar especial atención a los cuidados necesarios para mantener la nuestra saludable y radiante.
Por ello, si quieres conseguirlo, presta atención a estos valiosos aunque muy sencillos consejos. Te ayudarán a enfrentar los desafíos específicos de esta temporada, como la deshidratación, la sequedad y la sensibilidad, y te permitirán disfrutar de una piel luminosa y bien cuidada.
Peleando contra el frío: Las afecciones cutáneas que amenazan tu piel en invierno
Durante el invierno, la piel puede enfrentarse a diversas afecciones debido a las condiciones climáticas y al ambiente más seco. Una de las más comunes es el exceso de sequedad. Esto es así porque la piel tiende a deshidratarse más fácilmente en invierno debido al frío y a la baja humedad. Incluso puede provocar una sensación de tirantez, descamación, picazón e incluso grietas.
De hecho, la irritación y el enrojecimiento son también muy comunes en estos gélidos meses. El contraste entre el aire frío del exterior y los ambientes con calefacción puede irritar la piel y causar enrojecimiento, algo que se agrava en personas con piel sensible.
Sin olvidar, claro está, los tan comunes labios agrietados que, aunque no son causa para acudir a un especialista en medicina estética, son muy molestos y en absoluto estéticos. Sin embargo, no hay por qué preocuparse ya que podemos remediar estos padecimientos con los siguientes y fáciles consejos.
Radiante en invierno: secretos para una piel saludable y hermosa
El invierno puede ser una época desafiante para la piel, ya que los cambios en la temperatura y la humedad pueden afectar su equilibrio natural. El frío puede causar deshidratación y sequedad, lo que a su vez puede provocar irritación, enrojecimiento y descamación. Además, la calefacción en interiores puede reducir aún más la humedad del aire y empeorar estos problemas. Sin embargo, estos cinco consejos prácticos, sencillos y efectivos te ayudarán a cuidar tu piel en invierno. Presta atención.
- Hidratación intensiva. Durante los meses más fríos, es esencial mantener la piel bien hidratada. Opta por cremas y lociones hidratantes más espesas y nutritivas para ayudar a combatir la sequedad causada por el clima invernal. Además, no olvides beber suficiente agua para mantener tu piel hidratada desde dentro.
- Protección solar, siempre. Aunque los días sean más nublados, los rayos UV aún pueden dañar tu piel en invierno. Utiliza un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado para proteger tu piel de los rayos nocivos. Aplica el protector solar en todas las áreas expuestas, incluso en los días nublados o cuando estés en interiores: ¡las pantallas también dañan la dermis!
- Limpieza suave. Evita limpiadores agresivos que puedan resecar aún más tu piel en invierno. Opta por productos suaves y sin fragancias que ayuden a eliminar la suciedad y las impurezas sin dañar tu barrera natural.
- Exfoliación suave. La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la piel y a estimular la renovación celular. Sin embargo, en invierno es importante hacerlo de manera suave y no excesiva, ya que la piel puede estar más sensible.
- Protege tus labios. Los labios también sufren muchísimo durante el invierno debido a la sequedad. Utiliza bálsamos labiales con ingredientes hidratantes como la manteca de karité o la vitamina E para mantenerlos suaves y protegidos. Aplica el bálsamo labial varias veces al día, especialmente antes de salir al aire libre.
Esperamos que estos consejos te ayuden a cuidar tu piel durante el invierno y a mantenerla saludable y radiante. Recuerda que nuestras recomendaciones son generales y pueden variar según las necesidades individuales de cada persona. Por eso, en caso de padecer afecciones cutáneas o tener la piel sensible, es importante acudir a un dermatólogo o un especialista en medicina estética para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuado y personalizado.