El principio básico consiste, por una parte, en aumentar el aporte de proteínas, indispensables para multitud de procesos en nuestro organismo, y, por otra, en disminuir los aportes de hidratos de carbono (glúcidos) y grasas (lípidos), responsables del aumento de peso. Las dietas de aporte proteico consisten en la utilización médica de ciertos productos alimenticios con unas características precisas y elaboradas por un laboratorio médico. Son un método científico reconocido y validado para perder peso.
Se define en primer lugar por un aporte casi exclusivo de proteínas de alto valor biológico que protege la masa magra (músculos, órganos, huesos, piel), suplemento de vitaminas, minerales y otros componentes micronutricionales y, en segundo lugar, por una reducción importante de aportes de glúcidos (azúcares) y de lípidos (grasas). Se hace bajo estricta supervisión médica. La pérdida de peso es eficaz y, por lo tanto, muy motivadora.
Fase Estricta (Fase 1). Es la fase de pérdida rápida de peso. Ingesta casi exclusiva de proteínas (de alto valor biológico) y suplementos micronutricionales. Ciertas verduras son autorizadas sin límite (las más pobres en glúcidos). El paciente no pasa hambre y se encuentra lleno de energía y de vitalidad.
Fases Mixtas (Fases 2-3). Aparte de ingesta de proteínas de alto valor biológico y verduras permitidas incluye por lo menos una comida tradicional con carne, pescado o huevos.
Fases de Transición (Fases 4-5). También ricas en proteínas pero incluyen progresivamente mayores cantidades de glúcidos y lípidos. Permiten finalizar la pérdida de peso de forma suave, alternando productos de aporte proteico y varias comidas tradicionales al día.
Equilibrio alimentario (Fase 6). Para poder estabilizar y preservar su salud, nuestro médico le ayudará a definir una alimentación equilibrada que respete los biorritmos.
El resultado de las dietas de aporte proteico es la eliminación de grasas localizadas sin generar pérdida de masa muscular ni flacidez y conservando la vitalidad habitual. Son un tratamiento realmente eficaz para la pérdida de peso, siempre de forma rápida, saludable y sin que el paciente tenga ansiedad o sensación de hambre.
Con esta dieta, además de obtener beneficios estéticos como esculturización de la silueta, mejoría evidente de la celulitis, la flacidez y un rejuvenecimiento cutáneo, también podemos obtener beneficios clínicos como mejoras de las patologías asociadas a la obesidad: hipertensión arterial, ateroesclerosis, diabetes no insulinodependiente, artrosis, asma, dislipemias, problemas de sueño, apneas, autoestima, acné, etc.